Todo tiene un final

Navegas sabiendo que tarde o temprano llegarás a tierra o te mezclaras con las sales acompañando a sus aguas. Vuelas sabiendo que tienes el mundo a tus pies durante un tiempo finito. Besas al hombre que algún día verás decir adiós. Enciendes la luz que terminará consumiéndose... el tiempo avanza y sigue su curso y lo que comenzó con un cambio acaba con otro y tu vida sigue y sigues volando y navegando y besando sin ser consciente de que el horizonte está a la vista de tus ojos... tan solo tienes que querer mirarlo.

Abrazas el sueño que te hace seguro, que relaja tu mente de miedos y límites, que te hacen ser libre. Respiras el aire y sientes el crepúsculo a tu alcance, todo se oculta y nada que mienta... tu misma te vengas de tus propias inconsciencias, dolerán cuando el tiempo decida tocarte con su dedo, cuando el momento te llegue y no sólo se acerque. No huirás, no desistirás, no te mentirás... podrás seguir soñando, pero empezarás a llorar y a recordar y a recrearte en lo que sentiste y en como lo hiciste. No eres un ser totalmente ajeno de lo que te envuelve, no eres el ser independiente que insistes en ser, eres el resultado de ayer y de hoy, de él y de ella, de todo y de nada... la melodía que suena distinta dependiendo de quién la toque...
Sólo tengo que deciros mis pequeñas mentes fogosas que no viviréis para siempre, que no amaréis siempre y que no sentiréis lo que sentís ahora hasta el final de vuestros días. Pero sí deciros que amaréis para siempre de formas distintas a personas distintas y siempre podréis recordar lo que una vez sentisteis y os hizo tan felices, y eso os hará feliz el día en que todo llegue a su fin.