miércoles, mayo 13, 2020

What I want

                                                                                                                      

Si nos dieran una lampara mágica y nos dijeran, adelante, pide los 3 deseos, creo que muchos de nosotros nos quedaríamos en blanco... no es fácil saber lo que uno quiere, y cuando uno lo sabe no es siempre fácil aceptarlo. Decir quiero algo, es aceptar que tengo que moverme para conseguirlo, es aceptar el riesgo de no conseguirlo, aceptar la opción del fracaso. Si no quiero nada, en cierto modo no pierdo, pero también me cierro a la posibilidad de ganar. Lo cómodo es no hacer nada, pero, ¿quién dijo que lo cómodo nos haría felices?

Esa ha sido mi opción durante mucho tiempo, quedarme quieta, esperando que pasen cosas. "Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande" Así empezó este blog, ahora quiero ser valiente, quiero arriesgarme, tengo una base sólida que es mi vida, ahora sé lo que quiero y ya no tengo miedo.

Voy a decir lo que quiero, en voz alta y voy a ir a por ello, voy a hacer lo que este en mi mano para conseguirlo... ¿qué tengo que perder? Si no lo consigo seguiré en el mismo punto en el que estoy, pero con la certeza de haberme movido, haberlo intentado. ¿Y si lo consigo? En la vida hay que tener metas, motivaciones que nos hagan seguir mirando hacia delante. Si no, el camino se hace muy duro, necesitamos una dirección. Puedo perderme, puedo cambiar de dirección, pero siempre siguiendo una meta o muchas metas distintas, el límite es nuestra imaginación. Hay que jugar, hay que divertirse, tenemos que aprovechar nuestro tiempo, cada uno de la manera que le haga feliz. No todos tendremos las mismas motivaciones, cada uno tiene que encontrar su camino. Quedarse quieto ya no es una opción.

Keep moving, keep trying.

lunes, abril 13, 2020


La ruptura


Empezaste a cavar mi tumba cuando todavía no había muerto

Un día te despertaste y tu cuerpo ya no me rozaba
Bajo las sabanas, nuestras manos no se entrelazaban
Empezaron a irritarte mis singularidades
Aquellas que antes te parecían entrañables     
Dejaste de prestar atención a nuestras conversaciones
… te ausentabas a algún lugar donde yo no podía seguirte
Mi cuerpo te empezó a parecer territorio ya explorado.
Mis bromas dejaron de hacerte reír,
y mis preocupaciones de preocuparte.
Mi yo se convirtió en una sombra,
Mis mensajes en leídos sin respuesta.

Te alejabas, perdías la ilusión… y yo la introspección.  
y tus “yo también” eran simples estribillos.

Empezaste a buscarte fuera de casa
La admiración en la mirada de otras
Tu cuerpo en los roces de extrañas
Con sus nombres ocultabas el mío
Y con tus gestos revivías el inicio
Y así perdí la licencia de nuestros juegos

Llegabas cada vez más tarde
Huyendo de mis miradas y evitando mis preguntas
“no me pasa nada, es el trabajo” me decías…
Empezamos a mentirnos, a no entendernos
Tú superando tu duelo en silencio,
mientras yo moría sin saberlo
Y con los días buenos la enfermedad se encubría
Antídoto momentáneo, con suministros de amnesia
Me aferraba al pasado para evitar el fracaso
Mientras tú recogías los restos para olvidar el pasado

Y entonces apareció ella, y con ella tu coraje
Convertisteis nuestros muros en escombros
El nosotros, en vosotros
Y el yo, en un abstracto

Me tomaste ventaja para no estar solo
Ni ante el duelo, ni durante la muerte
Tu luto, efímero
Mi entierro, prematuro
Tu desgracia, mi ignorancia
Mi desgracia, tu traición

Tu vida empezó cuando encontraste en otra las fuerzas para enterrarme
Mi vida empezó cuando encontré en mí las fuerzas para levantarme