jueves, febrero 02, 2006

Casualidades



Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Somos soñadores…
En las noches tomamos el nombre, apodo de tinieblas, de cortas horas de delicias eternas… el paradigma en el que nuestra mente se vuelve libre. Vuela los cielos que ahora se encuentran más alcanzables que nunca… ilusiones toman un cuerpo, se pierden entre esperanzas y acaban por aparecer como realidades.
Pero tarde o temprano la noche se acaba y el sol se despierta. La realidad se muestra, las sombras se encogen. El sueño ahora muere para dejarle su hueco a la vida.

Anónimo dijo...

...El sueño ahora muere para dejarle su hueco a la vida. Hombres que pierden sus tonos rosados para volverse incoloros. Ahora tan solo se muestran esclavos del paradigma en el que ocupan sus días, y ansían sus noches.
Conocen los limites entre ambos espacios, pero su error es que dejan q la noche les influya inculcando deseos difíciles de mantener al margen durante las largas horas del dia. Por eso son infelices la mayor parte del tiempo. Pues una vez sintieron la felicidad, y aun habiendose mostrado con otras formas incompatibles con el paradigma del dia, ahora la anhelan. Les frustra la idea de deshacerse de ella cuando la luz del la noche empieza a encenderse.

MacLord dijo...

E na Espera Encontramo-nos a Nós Mesmos.

BB
)O(

Brida dijo...

Supongo que de eso se trata precisamente, todo para encontrarse a uno mismo... aunque nos toque dar un par de vueltas antes.

Bolchevique dijo...
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Bolchevique dijo...

Buscando perfiles a los que tb les gustase "sobreviviré" me encontré con el tuyo. La verdad es que me he quedao paralizado al ver tu entrada de "casualidades". Yo tb escribí una parecida en mi blog... y no se, me ha parecido una casualidad más.

Anónimo dijo...

Las casualidades se ríen de mi... es mi cabeza quién guía el compás de mi vida, quizás nunca me toquen...a veces la espero pero creo que en verdad lo que hago es forzarla... pero resulta tan excitante sentir que no controlas todo lo que te ocurre, que hay algo ahí que te espera, algo bueno y no sabes ni qué es ni cuándo llegará... ni siquiera sabes si es a ti a quien espera... a lo mejor ya pasó pero estuviste demasiado preparada... a lo mejor las casualidades tan sólo son la desesperada escapatoria a la idea de que todo está predestinado, tan sólo un producto irracional... un intento de agarrar al sueño y arrastrarlo a nuestra realidad... seguir esperando te costará la cordura... no esperes, el tiempo no lo hace...

Anónimo dijo...

brida quiero llenar años de esta nueva década contigo... no puedo imaginarme que nuestros días ya pasaron. me convertí en adolescente junto a ti, y quiero forjarme en adulta cerca de ti. yo vine de bélgica para caer en la urbanización donde tú vivías, una niña de mi edad, con mi mente inquieta, con pasión, con el alma del mismo material... acaso no es eso una casualidad? te quiero.

Anónimo dijo...

¿Por qué el tiempo nos condiciona...? porque nos posee, nos marca las metas, principio y final de la existencia, nos integra en comparaciones, nos convierte en espectativas...vivimos en días, en años porque eso nos protege del sentimiento de la muerte. no la tenemos presente por eso no retamos al tiempo, lo gastamos, lo consumimos esperando, sin cambiarlo, sin esperar nada de él ni de nosotros. Dices no creer en el tiempo, pero esperas la casualidad más grande de tu vida, eres una esclava más de su grandeza... pero no nos incumbe tan solo nos permite la coexistencia. somos nosotros q intentamos destruirlo para sentirnos más libres, pero tontos de nosotros nos convertimos en siervos. somos hipócritas forjados en nuestro mundo de lamentos.

Brida dijo...

No espero la casualidad en el tiempo, espero el momento, espero aquel momento que me diga cual es mi verdadero camino. Espero pistas, secretos, descubrimientos, algo que me diga que no voy mal encaminada.

Uno es esclavo de sus propias expectativas, de sus propias metas, no del tiempo. Yo no pongo limites, me da igual cuando, mientras ocurra toda la espera, sea cual sea, habrá merecido la pena.